Renovar bicicleta puede ser un auténtico quebradero de cabeza, sobre todo cuando el mercado ofrece tantas opciones. Nosotros lo sabemos bien. Y también lo sabe Carmen, de 39 años, ciclista aficionada y rutera de montaña. Prefirió no dejar nada al azar. Una sencilla estrategia: probar antes de decidirse. Y todo gracias a Rookfy.
“Llevaba tiempo queriendo cambiar mi bicicleta”, explica Carmen. “Quería algo más ligero, más avanzado, pero con tantas opciones disponibles, ¿Cómo acertar sin probarlas primero?”. Fue directamente la tienda la que me invitó a alquilarlas y ahí fue donde Rookfy entró en juego: «Me permitió testear en ruta distintos modelos de bicis que tenía en mente y tomar la decisión con total seguridad».
Las primeras pruebas: ensayo y error
El proceso comenzó con una eléctrica de gama media. “Ya había probado otras bicis eléctricas de distintos compañeros, ,pero normalmente no eran mi talla y tampoco podía hacer una ruta completa. No pasaba de unas pocas pedaladas para comprobar la sensación de la asistencia”, comenta.
«Y descubrí Rookfy» sonríe Carmen. «Tras bichear mucho por Internet, acabé dudando entre tres modelos, todos más o menos de unos 3.000€». Carmen alquiló una e-MTB para llevársela a la Sierra de Guadarrama para marcarse un recorrido de unos 60 kilómetros con algún que otro importante desnivel. “La bici estaba genial, pero… sencillamente no era exactamente lo que yo andaba buscando. Primera bici descartada”. Ya solo le quedaban dos modelos por probar de los que tenía fichados.
Para el segundo intento, optó por otra bicicleta de gama media, buscando mejorar en agilidad y respuesta en terrenos complicados. “La segunda bici fue una revelación. Me permitió explorar mejor mis necesidades, pero aún sentía que no era el ajuste perfecto”, añade. «Estaba muy muy cerca, casi me convence, pero tenía que probar mi última elección».
El flechazo en la tercera prueba
La tercera bicicleta que alquiló fue la que marcó la diferencia. Se trataba de una e-MTB de gama alta, con un cuadro ultraligero y mejor sistema de asistencia. “Desde el primer kilómetro, supe que esta era la bici de mis sueños. Estaba probando exactamente lo que quería: una bici que respondiera en subidas y me diera confianza en los descensos. El resto de la ruta fue una verdadera maravilla. La había encontrado».
Esta vez, Carmen eligió una ruta más técnica en la Sierra de Gredos, explorando zonas de bosque y trialeras. “Aquella ruta fue más corta, unos 40 kilómetros, pero no me importó, sabía a ciencia cierta que vendrían muchas más. Y así ha sido”, afirma con una sonrisa.
Una decisión inteligente
Carmen invirtió 4.200 euros en la bicicleta, incluyendo los dos alquileres previos, pero no podría estar más satisfecha. “Lo que más valoro de Rookfy es la posibilidad de probar sin compromiso. Así pude tomar una decisión segura y sin remordimientos”. Por si fuera poco, la tienda le descontó lo gastado en alquileres del precio final de la bici. «Fue una jugada redonda, la verdad», dice Carmen satisfecha.
Algunas de sus compañeras de ruta también se animaron a probar. “Una de ellas me dijo: ‘Ojalá hubiera conocido Rookfy antes de comprar mi bici’. Es un servicio que te da tranquilidad, y eso no tiene precio”.
Más que un servicio, una experiencia
Rookfy no solo eliminó las dudas de Carmen, sino que también transformó el proceso de elegir una bicicleta en algo más emocionante. “Recomendaría a todo el mundo probar con Rookfy antes de comprar. No solo evitas errores costosos, sino que disfrutas de rutas increíbles con bicis de alta gama”, concluye.
Cuando se trata de encontrar la bicicleta perfecta, probar antes de comprar es siempre la mejor opción. Con Rookfy, la búsqueda se convierte en una aventura en sí misma. «Y que conste, cuando tenga la bici en el taller por alguna revisión, no lo dudaré ni un minuto, alquilaré para no dejar de pedalear. ¡Yo ya soy Rookfyer!»